Para cuidar nuestra piel es muy importante conocer algo sobre la tipología cutánea y los principios activos más adecuados.
Por norma general la piel "perfecta" es la piel normal porque es aquella que tiene una cantidad equilibrada de grasa/agua; pero este caso sólo se da en los niños antes de la pubertad.
Conforme van actuando las hormonas durante la pubertad la piel tiende a cambiar y pasa a ser: grasa, grasa deshidratada, seca alípica o seca deshidratada. Aún así la piel más frecuente es la piel mixta.
- Piel grasa
Tiene un brillo graso debido al exceso de sebo (sobre todo en la zona T), poros perceptibles, no suele presentar rojeces y tampoco descamaciones, es gruesa al tacto, etc.
- Piel grasa deshidratada
Tiene casi las mismas características que la piel grasa normal, pero esta tiene un aspecto brillante y marchito, y se descama con facilidad; tiende a enrojecer y a irritarse con facilidad. A veces puede dar lugar a una dermatitis seborréica.
- Piel seca alípica
Aspecto mate y marchito, poros poco perceptibles y presenta una insuficiencia de sebo.
- Piel seca deshidratada
A diferencia de la piel seca alípica, la piel seca deshidratada si presenta descamación por insuficiencia de agua.
Después están las pieles envejecidas, las pieles sensibles y las que padecen algunas alteraciones y patologías; de esto último ya escribiré más adelante...
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